Cómo mantener una relación saludable

La intimidad en las relaciones genera un mayor acercamiento entre las personas, sea cual sea el tipo de vínculo: profesional, amoroso, familiar o de cualquier otra índole. La responsabilidad de tratar al otro con respeto y seriedad es un compromiso que evita resentimientos y problemas en la relación. El problema es que muchas veces no sabemos si estamos viviendo una relación saludable o no, lo que puede comprometer nuestro bienestar emocional e incluso físico.

¿Pero qué significa realmente comprometerse con alguien? La respuesta es sencilla: ponerse en el lugar del otro, entender sus características, miedos y tener empatía; no ser complaciente con conductas incorrectas, saber dialogar, establecer límites y priorizar el respeto mutuo.

Los lazos entre las personas

¿Sabes identificar una buena conexión emocional? Hay casos en los que las personas no mantienen mucho contacto y aun así demuestran una sintonía increíble. Este tipo de relaciones, independientemente del tiempo que transcurra, tienen una base sólida y no exigen mantenimiento constante. Descubre a continuación algunas señales:

Empatía: la capacidad de comprender y ponerse en el lugar del otro es una de las señales más importantes de la conexión emocional. Y ese vínculo fortalece la relación.
Paz interior: cuando dos personas desarrollan un compromiso de respeto mutuo, es común que se sientan en paz y tranquilidad. El resultado es un intercambio energético rico y armonioso, lleno de alegría.
Crecimiento: El respeto y la colaboración son esenciales para el desarrollo de los individuos como seres humanos. Estos aspectos permiten construir un ambiente positivo para ambos, proporcionando experiencias, apoyo mutuo e incluso crecimiento financiero.

¿Cómo mantener una relación saludable?

Para que una conexión, sin importar el tipo, sea saludable, deben existir dos factores: ética y responsabilidad. ¿Quieres saber qué tipo de relación se fortalece más? ¡Mira abajo!
Profesional Es fundamental recordar que muchas acciones pueden influir en una sociedad. Ser ético y respetar las diferencias son actitudes que contribuyen a un ambiente positivo en la empresa.
Amorosa Jamás juegues con los sentimientos de la otra persona. Respeta, escucha y toma decisiones junto a tu pareja. Y, por supuesto, no descargues tus inseguridades en los demás.
Amistad Sé responsable y recuerda que para que una amistad sea real no es necesario estar siempre presente. Las exigencias innecesarias pueden dañar este tipo de relación. Por otro lado, no seas oportunista apareciendo solo cuando te conviene.

Descubre cómo conquistar la responsabilidad y el equilibrio en las relaciones

Es común encontrar personas decepcionadas por relaciones anteriores. Por eso, es importante hablar de responsabilidad con nuestra pareja y ser sinceros con nuestras intenciones. A veces, lo que no significa nada para ti puede tener mucho valor para el otro.

Al tomar conciencia de esto, dejas en claro lo que puedes ofrecer a la relación y lo que esperas recibir a cambio. Es como si ambas partes hicieran un acuerdo para evitar crear expectativas que nunca se concretarán. Así, se evitan heridas o que alguna sociedad o plan fracase.

El sentido de responsabilidad genera una vida más simple y armónica. Al compartir cosas, ideas, sentimientos y diálogos, las relaciones humanas dejan de ser tan complejas y abrumadoras. ¿Quieres mejorar la convivencia en una relación? Revisa estos consejos:

Da el ejemplo: si las personas a tu alrededor tienen dificultades para compartir, ¿qué tal si muestras cómo se hace? Comparte sentimientos, experiencias prácticas, historias, risas o lo que consideres importante para la relación. Poco a poco se crea un ambiente de seguridad que motiva a los demás a hacer lo mismo.
Intenta comprender: muchas veces, la dificultad para compartir no se debe a la mala voluntad, sino a algún trauma vivido por la otra persona. Por eso, establece el diálogo y trata de entender qué pasa. Esto puede convertir el compartir en algo más natural y mejorar la convivencia gradualmente.
Sé paciente: incluso mostrando ejemplos y comprendiendo a la persona con la que te relacionas, el acto de compartir puede tardar. En ese caso, ¡ten paciencia y no dejes de hacer tu parte!

Codependencia: ¡una señal de alerta para redoblar tu atención!

Después de establecer una relación y compromiso con la pareja, pueden aparecer otros desafíos, como por ejemplo la codependencia.

Esto ocurre cuando un individuo se vuelve excesivamente dependiente del otro, incluso a nivel emocional, lo cual no es saludable. En esta situación, es común que una persona tolere mucho más los actos del otro, incluidas las faltas de respeto. Con el tiempo, una de las partes renuncia a su individualidad y, en consecuencia, a su bienestar.

¿Pero cómo evitar la codependencia? Aceptando la realidad, tanto la tuya como la del otro. Por eso, dialogar es fundamental. Si las conductas poco éticas se convierten en rutina dentro de la relación, ¡habla!

Si no funciona, busca formas respetuosas de alejarte de esa persona, ya que forzar un cambio puede agotar el respeto y la paciencia que existía inicialmente entre ambas partes. Es importante reconocer tus propias expectativas, no exigir demasiado del otro y tampoco conformarte con algo que te resulta frustrante.